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¡Bienvenidos a un edificio de siete pisos muy especiales! Cada uno tiene una puerta distinta a la de los demás.

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Nuestra protagonista no quería lavarse los dientes. Para ella el monstruo más terrorífico que había era el dentista. Hasta que una noche algo se movió detrás de la cortina de la bañera. Y no, esa noche no fue la típica excusa para no lavarse los dientes.

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La forma como el niño protagonista explica las experiencias que vive con su tío afectado por el trastorno y las ilustraciones del cuento, llenas de color y de detalles, convierten la lectura...

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Los hilos que te conectan con aquellas personas a quienes quieres, las personas con quien te lo pasas bien, las personas de quien aprendes, y ríes, y juegas…

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La infancia se vive, se pierde, se añora, se anhela...

Por eso un niño dormido embelesa. Su sueño nos atrapa, nos refugia. Los mayores recordamos para siempre esa paz en el dormir. En esos instantes ellos hacen perfecto el mundo.

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Él vive en la página de la izquierda. Ella vive en la página de la derecha. Él está muy enamorado de ella y ella está muy enamorada de él ¿Pero realmente existe un gran, gran problema?

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Cada vez que se enfada (porque le dicen que no, porque tiene que comerse la sopa…), Simón siente una cólera terrible ¡que adopta forma de animal feroz! Un cocodrilo, un león, incluso un dragón… A él le parece fantástico: todos le temen.

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Hay palabras que nos pueden hacer la vida más fácil. Mejorar las relaciones con los amigos, simplificar la comunicación, evitar o resolver conflictos, decir no sin enfadarse, tranquilizarse y tranquilizar a los demás, demostrar cariño … En resumen, ¡haz bien y no mires a quien!

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Ànnia sueña con subir al Everest, a más de ocho mil metros de altitud. Cada metro es un reto, que, una vez conseguido, se convierte en una estrella.

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A mi hermano le encantó el regalo de nuestra tía.
“La llamaré Teresa” dijo al ver la muñeca de trapo.
Cuando mi hermano dijo que quería dormir con Teresa,
mi padre dijo: “No es grave. Ya se le pasará”.