La Pequeña Intolerancia es un ser diminuto pero muy, muy poderoso. Se cuela en nuestras casas y, si no estamos alerta, crea a un ser aún más poderoso: el Odio. Por su culpa rechazamos al que es distinto, nos burlamos de los demás… Pero no hay que perder la esperanza.
A Valentina le gusta jugar, estar con sus amigos y con sus padres y, de vez en cuando, ir a la escuela. Y es desordenada. Muy desordenada. Y despistada. Muy despistada.
Juan el elefante no sabe qué le pasa. Desde hace unos días, se siente muy raro. Algo se mueve en su barriga. Un extraño bichito no identificado. Se pone colorado, dice cosas rarísimas… Preocupado, va al médico. ¡Este no puede creer lo rápido y fuerte que late el corazón de Juan!
El viento sopla firme y confuerza. En Fiu, la región más cercana al acantilado, el joven Pin se dedica a remendar las velas que el viento destroza una y otra vez. Un día, le arrebata la vela en la que estaba trabajando.
No os podéis imaginar cómo es mi hermanito. Un auténtico monstruo: me rompe todos los juguetes, ayer se comió uno de mis vestidos, ¡y hace cosas asquerosas, como lamer las paredes!
Han soñado con ella, la han diseñado, han transportado troncos bajo tempestades
invernales, y finalmente lo han conseguido: los dos chicos ya tienen su
cabaña en un árbol. Desde lo alto, entre las blancas flores del cerezo, pueden
Bocchi y Pocchi salen a pasear bajo el sol. En el camino, se encuentran con un pájaro. ¡Pobrecito!, ¡está herido y no puede volar de vuelta a su nido, que está en lo alto de un árbol! Pero ¡no hay ningún problema que no se pueda resolver con un buen trabajo en equipo!
El bosque se despierta con una mala noticia: ¡se acerca una gran tormenta! Todas las familias se hacen con provisiones y preparan sus casas para afrontar la tempestad en su cálido y seguro hogar. El frío viento sopla cada vez más fuerte.